viernes, 7 de enero de 2011

así nomás

Alguien me dijo un día que debería escribir monólogos. Otro día se me ocurrió escribir ensayos también, ¿por qué no?

La cosa es que de tanto pensar y pensar a veces termino pasando días completos sin mover nada trascendental en este planeta giratorio y ambulante. Entonces me decidí a insertarme en un personaje vil, que no desearía jamás ser y mucho menos ver o conocer, para dejar discurrir estas letras:

Me levanté muy cansado en la mañana. Había estado escribiendo hasta tarde más y más frases que repasaría con tinta brillante y de distintos colores sobre las malditas tarjetas artesanales que me había pasado la semana dibujando. Esas malditas cosas… la parte que más odio (no disfruto de ninguna) es el tener que pensar estúpidas frases cursis para terminarlas. ¡ASH! Me pregunto quién habrá sido el imbécil que empezó a escribir en las tarjetas para permitir de ese modo que uno sólo abone y entregue. ¿En qué mundo cruel e incoherente cabe eso? ¿No se supone que las tarjetas son una forma de saludo personal/íntimo cariñoso (aunque distante)? ¿Ahora resulta que también hay que comprar las palabras y los “deseos” “afectos” y “felicidades”?

Y de esta deformación del espíritu es que me toca vivir a mí. ¡A mí! ¡Que tantas noches tengo que pasar despierto, imaginando pequeños niños famélicos con el abdomen inflamado! Porque las monerías de la televisión hace rato que no me sacan la sonrisa. Si miro la tele es solo para intentar escapar del concepto que me formo a veces de mí mismo (lo descubrí una noche, a las 3:28 am): El de un aislado e inadaptado total. No, yo sé lo que pasa ahí afuera. Sé lo que está pasando ahora en diversos rincones, nadie puede discutirlo.

Pero de las bondades y maldades en este mundo varios estamos enterados…

Todavía no comprendo cómo es posible sobrevivir y encima ser feliz con tantas atrocidades ocurriendo en este mismo momento, en este mismo minuto…

Ah!!!

Si estuviera en mi poder terminar con todo esto y con el sufrimiento de miles no dudaría ni por una milésima de segundo en acabar con esta cruel Existencia, esta sádica Historia que comenzó, según teorías, con el Big Bang, y hasta ahora no parece tener un fin próximo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario