domingo, 19 de julio de 2009

Intento D

Nada del amanecer quedaba en la habitación de Mary. Sus ojos habían llorado largas horas en la oscuridad de esa madrugada, pero nada pudo retroceder. El aire se hizo frío, la noche larga, la mentira verdad y el tiempo agua. María se desdibujaba en un torbellino de neblinas y misterios. De pronto, no estaba allí. Sólo la vacilante oscuridad, que se retiraba ya y cerraba la puerta. La luz solar se abría paso y ese no era más el cuarto de María, era del sol, del tiempo y del amanecer.

2 comentarios:

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  2. Este termina ahí nomás. Espero te guste, y leer algo de lo tuyo también! =)

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