Aclara el amanecer mi cura. Pendo del silencio
desenredándome en hilachas, apenas. Comprendo sin querer escuchar a eso que
todos llaman corazón, y que en realidad se encuentra en mi cerebro. Defino por
momentos que mis deseos son confusos y que no debo obedecerles.
Él es una imagen casi obligada, acostumbrada mi mente a
hacerse fuerte, barricadas contra su imagen, orgullo listo para la guerra.
Él camina, se pasea a gusto por los pasajes secretos. Su
sombra, su figura, todo lo adivino de él. No hay confusión, nada que ocurra
impune en mi mente, nada que quiera dejar de explicar. Si es acerca de él,
prácticamente no puede ser.
Abandono de mí, hizo en ocasiones. Olvido recomendado que
ignoro, por las tardes también, tirando piedras al río de mi tranquilidad, imaginando
el reflejo de sus ojos en el agua.
¿Qué puedo gritar? ¿Qué callar? Cosas que todos los que
tienen acceso a mi alma pueden ver sin equivocación. Obviedades.
Que soy capaz de amar sin recibir nada a cambio,
irracionalmente, incoherentemente: lo sabía. Capaz de hacerlo aún siendo
prohibido, sólo me había ocurrido una vez. Renacimiento de viejos zombis que me
perseguían y que ahora juegan al truco conmigo. En esta posición estática que
soy perfectamente capaz de conservar, bailo. Danzo sólo mentalmente, piedra con
flama adentro.
Odio, no, detesto (solamente) sentir. Sentirte así. Detesto
creer. Creerte así. Creer que mi campo magnético aún te estremece. Creer que mi
idea fresca acaricia tus sensaciones diarias endulzándote segundos. Odio, no,
detesto creerlo así.
No juego con fuego. Aún. No quiero. No entiendo. ¿Hablarte
es demostrarte que quiero que todo vuelva a ser? ¿Como cuando no lo habíamos
matado? En mis sentimientos quiero ubicarme y ubicarte de un solo lado, de
manera permanente. Ya no rodar de un lado a otro, es difícil. Las fuerzas, la
fricción del piso, la redondez…
Quiero ubicarte y ubicarme, pero también quiero tenerte
cerca. Acercarme. Acercarnos. Mirarnos y hablarnos. Caminar y salir. Compartir.
¿Por qué no se puede? Quiero amarte como amigo: así, de todas formas. Así
también puedo ser feliz. ¿Qué es lo que ocurre? ¿Qué es lo que pasa contigo? ¿y
conmigo?
Hasta ahora todo es raro, no todo, muchas cosas. Gritar.
Callar. Fingir. Pasar. Ignorar. De vez en cuando tocar la puerta ¿Qué te pasa?
¿Qué querés de mí? ¿Qué quiero, qué necesito de vos? (¿quid de la cuestión?) ¿Me
dejás obtenerlo?