jueves, 9 de febrero de 2012
viernes, 3 de febrero de 2012
Yo, gata
Conspiro. No puedo evitar que mi corazón se abra como fruto pleno. La gritería de pájaros espanta los segundos y los desvelos... llego a creer que puedo fluctuar a gusto por la densidad de sus enredaderas de trinos. Quiero pensar que se acabó, deseo pensar y pasar, ya dejar ciertas veredas, ciertas ciudades. Quiero la pesadilla haga ¡pop! como burbuja y que todo cambie de color.
Siempre me vi felina, me vi gata no como lo entienden algunos desafortunados cerebros en español: Siempre me vi perseguidora de la inteligencia, de la elegante indeferencia, de la belleza natural y majestuosa, de reflejos perfectos, de fortaleza insospechada, totalmente independiente pero dependiente de cierta atención a veces ...digna de ser protegida y de seducir a la vez... Una gata negra de pelaje brillante y ojos definitivos como agujeros negros...
Cosas a las que aspiro, otras que soy...
Salí por la puerta grande,
Pero salí.
Siempre me vi felina, me vi gata no como lo entienden algunos desafortunados cerebros en español: Siempre me vi perseguidora de la inteligencia, de la elegante indeferencia, de la belleza natural y majestuosa, de reflejos perfectos, de fortaleza insospechada, totalmente independiente pero dependiente de cierta atención a veces ...digna de ser protegida y de seducir a la vez... Una gata negra de pelaje brillante y ojos definitivos como agujeros negros...
Cosas a las que aspiro, otras que soy...
Salí por la puerta grande,
Pero salí.
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