sin importar lo que suceda, no quiero llorar hoy.
Esto es díficil, de tanto escribir en mundos y lenguajes imaginarios me había olvidado cómo es decir las cosas desde mí lugar y desde mí persona.
Creo que hoy estoy más preparada que nunca para hablar de lo que siento y de lo que soy... al mundo y a mí misma.

Gracias por hacermelo ver.

Es por eso que, amiga, te quiero tanto.

La fantasía del cobarde

Bajaba la vista, demostrando un poco de vergüenza y algo de nervios. Su cabello ocultaba algunas partes de su rostro...pero aún así pude reconocer que me miraba. La miré fijamente por un segundo y le tiré una sonrisa, luego volví al paisaje rutinario de las calles del barrio. Cuando levanté la vista buscándola otra vez, no pude encontrarla.
Hermosa la mirada y hermosa la mujer que la portaba. Ahora la intriga me corroe,¿le habré gustado yo?
Ocasionalmente, en cada nuevo viaje recorro a todos los pasajeros cuidadosamente, examino cada parada en busca de sus ojos, su boca y su cabello. A veces presto excesiva atención a cada nuevo pasajero que se sube al bondi; cuando pienso que la encontré me escondo en las páginas de un libro, en las veredas gastadas de la calle, en algún bebé cercano. Pero cuando vuelvo a ver a la sospechosa y me doy cuenta que no es aquella a quien busco, vuelvo a la inspección.
La busco una vez más, sólo para verla...hermosa y lejana; la fantasía de lo que nunca será, de lo que no me atrevo a buscar.